El hongo que acaba con las plagas sin dañar el medioambiente

El hongo que acaba con las plagas sin dañar el medioambiente

El cambio climático es uno de los grandes retos que enfrenta la humanidad los próximos años, las empresas y científicos empiezan la carrera para crear productos que contribuyan a crear un modelo económico y social más sostenible.

Uno de los grandes puntos de inflexión del cambio climático es el problema de plagas e insectos en la agricultura. Científicos han expresado su preocupuación por los problemas que pueden traer la proliferación de insectos en la producción agrìcola, sin duda alguna habrá menos soluciones eficaces para hacerles frente .

Es, precisamente por esto, que una Startup Europea llamada Glen Biotech creó una soluciones de biocontrol eficaz, segura y sostenible que da respuesta a las nuevas exigencias de mercado internacional. Se trata de un catálogo de soluciones de bioinsecticidas y fertilizantes basados en la fermentación sólida de microorganismos, especialmente el hongo Beauveria bassiana que se come las plagas de insectos y no atentan contra el medioambiente.

Adicionalmente, "este modo de acción hace casi imposible la aparición de resistencias, por lo que es una buena herramienta para introducir en programas de manejo integrado de cultivos, donde se deba primar la seguridad, la eficacia y la no generación de resistencias", comenta la CEO de Glen.

La estrategia de esta Startup está tan alineada con la unión europea que ya recibieron la autorización por parte de la Comisión Europea de su hongo con fines bioinsecticidas, en un proceso que normalmente tiene menos del 1% de éxito.

Esta aprobación implica que Beauveria bassiana 203 ya forma parte de los 'ingredientes' autorizados por la Comisión Europea para su inclusión en nuevos productos agrícolas, lo cual supone un auténtico hito, ya que, según datos de la AEPLA, de cada 140.000 sustancias activas estudiadas sólo una logra pasar del laboratorio al campo, en un proceso que dura unos 11 años.

Esta startup, es un spin-off de la Universidad de Alicante y se convierte en el paradigma de cómo una investigación con una sólida base logra producir resultados y brindar a la sociedad una solución que abre grandes potencialidades en la lucha contra el cambio climático.

Esperemos que en Colombia y Latinoamérica podamos ver desarrollos de este tipo de alianzas público-privadas y de academia que propendan por una agricultura más sostenible y resiliente frente al cambio climático. Conoces algún desarrollo de este estilo? Cuéntanos en los comentarios…