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- 2022-05-07
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Los empaques de los productos, especialmente los de consumo, como el café tostado, juegan un papel muy importante a la hora de crear una diferenciación frente a las marcas competidoras en la góndola de compra, pero también son un factor vital para comunicar al consumidor los atributos del producto, en aras de ayudar y persuadir su decisión de compra. Aspectos como el origen del café, el perfil de sabor y los métodos de preparación ideales son algunos de los atributos fundamentales para persuadir al cliente final. Sin embargo, el empaque y su diseño, deben cumplir igualmente con la función de mantener la frescura y calidad del producto.
Un aspecto adicional, que ha cobrado mucha importancia, es que el empaque no solo debe ser atractivo y resistente, sino que también debe brindar un componente de sostenibilidad ambiental. Por esta razón existen opciones como los empaques compostables, biodegradables y reciclables, cada uno con diferentes escalas de impacto ambiental que hablaremos en el siguiente blog. Así pues, cuando un café es producido de manera sostenible, si en realidad quiere proclamarse un café realmente sostenible y coherente con su producción, se debe tener en cuenta desde la selección de los granos hasta el empaque.
Si bien el empaque sostenible comienza con la elección de un material respetuoso con el medio ambiente, de igual manera es necesario tener en cuenta las tintas y las etiquetas que se utilizan. Hoy en día existen diversos materiales sostenibles para los empaques de café. Algunos de estos son: el kraft, el papel de arroz y el polietileno de baja densidad, todos ellos reciclables (totalmente o en parte) o biodegradables. Sin embargo, esto no es suficiente para lograr un empaque sostenible, pues las tintas y las etiquetas pueden impedir que tus empaques sean sostenibles. Para que estos empaques no pierdan su calidad, la tinta debe adherirse a la superficie del empaque para resistir la abrasión, el agua y el calor durante todo su ciclo de vida. Esto hace que puedan ser difíciles de eliminar, lo cual dificultaría el reciclaje en caso de que las tintas contengan materiales nocivos o tengan una base de petróleo no renovable.
Así mismo, las etiquetas también pueden impedir que tu empaque sea sostenible si se utilizan adhesivos no renovables para fijar la etiqueta a la superficie de este. Teniendo en cuenta estas necesidades, la industria ha desarrollado etiquetas y tintas ecológicas para los empaques de café. En lugar de utilizar tintas a base de petróleo, trabajan con tintas a base de agua, que tienen bajos niveles de compuestos orgánicos volátiles, los cuales pueden ser perjudiciales para el medio ambiente. Estas tintas, sin embargo, no comprometen la calidad y resisten la abrasión, el agua y el calor, son compostables y se eliminan fácilmente durante el reciclaje. Además, cuando se imprimen en los empaques de café, no migran a otras capas del empaque ni afectan al café que contienen.
En cuanto a las etiquetas, hoy en día es posible producir unas compostables y fáciles de remover para el reciclaje, en caso de que el empaque y las etiquetas deban reciclarse por separado. Algunos vendedores prefieren optar por la opción de utilizar menos etiquetas, incluyendo un código QR en el empaque. Al escanear este código con un teléfono inteligente, el cliente accede a un sitio web con imágenes y detalles sobre el origen del café, sus productores y recomendaciones de preparación.
Para pocos es desconocido que actualmente el mayor grupo de consumidores del mundo está conformado por los millennials y la generación Z, y que estas dos generaciones son conscientes del impacto negativo que tienen los empaques desechables en el medio ambiente. Por esto son compradores que prefieren productos ecológicos y están dispuestos a pagar más por ellos. Sin embargo, tampoco están dispuestos a renunciar a la calidad. En este sentido, los tostadores y comercializadores de café tostado y café de especialidad, deben garantizar un empaque amigable con el ambiente, pero también resistente y bien diseñado. Esto podría marcar la diferencia a la hora de considerarlos como un café totalmente sostenible, y de escoger su café o el de la competencia.
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